Librerías en alerta: piden que no se derogue la ley del libro

De pronto apareció un cartel en casi todas las librerías del país. Alerta que en la ley Omnibus, que ahora se debate en el Congreso, se contempla derogar un artículo que defiende esta a actividad.

Se trata del artículo 55 de la Ley 25.542 de Defensa de la Actividad Librera. Las librerías se unieron velozmente a un sinfín de entidades para hacer visible su reclamo compartido por pequeñas librerías y las grandes cadenas. Y en un documento enfatizan lo siguiente:

● Dicha ley no representa ningún gasto para el Estado. Sólo establece que cada productor de libros (editor) o importador fije un precio a cada título y cada vendedor (librerías, tiendas online) lo respete.
● La ley está Vigente desde 2002 (y similar a otras, anteriores, que rigen en Alemania, Francia, España y una veintena de países), no fue impuesta por ningún gobierno, sino que se trató de un acuerdo entre todos los actores del libro.
● Esta ley ha demostrado su influencia positiva tanto en la cantidad como en la diversidad de libros que se producen, venden y circulan. Ha generado sana competencia (los vendedores competimos por mejor servicio, atención, difusión),crea y sostiene puestos de trabajo, y fomenta la fuerza cultural del país. En nuestro caso. Los beneficios también inciden en otras áreas, como la economía del conocimiento y el importante turismo cultural del que somos receptores.
● Según datos de la Cámara Argentina del Libro, desde la implementación de esta ley, la producción de novedades editoriales ha tenido un incremento del 200%, se ha triplicado la cantidad de librerías y han surgido más de 200 editoriales PYMES.
● Esta ley establece reglas de juego claras y justas para todos los actores del sector. Una industria bien aumentó la cantidad de organizada obtiene mejores resultados
● La razón por la cual los libros sostienen un precio por encima de la inflación es porque el precio del papel ha aumentado un 70% en el último bimestre y un 300% durante el último año. El papel representa el 60% del costo del libro, por lo que resulta evidente que el problema del precio del libro viene directamente del costo del papel.
● La experiencia internacional, sólidamente documentada, prueba que cuando se suprimen leyes semejantes los precios de los libros aumentan, no disminuyen, perjudicando de este modo a los lectores y a todos los participantes del ecosistema editorial: escritores, ilustradores, traductores, editores, correctores, diseñadores, distribuidores y librerías.
«Confiamos en cada uno de ustedes, en sus experiencias personales y su formación, que los llevó a ser representantes del pueblo en el Congreso. Confiamos en que ninguno de ustedes quiere un país con menos libros», les enviaron como mensaje a los legisladores.
Entre los firmantes se encuentran Asociación Argentina de Traductores e Intérpretes; ADA, Asociación de Dibujantes de Argentina; ALIJA, Asociación de Literatura Infantil y Juvenil Argentina; BP, Bibliotecas Populares en lucha; CAL, Cámara Argentina del Libro; CALEDIN, Cámara de Libreros y Editores Independientes ; CALI, Cámara Argentina de Librerías Independientes; CAPLA, Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines; Carrera de Cultural ; RELI, Red de Librerías Independientes (México), Cooperativa TYPEO, Territorio y producción editorial organizada; UEEA, Unión de Escritoras y Escritores de Argentina.
A esta redacción la nota publicada en diario Clarín la hicieron llegar vecinos vinculados a la actividad preocupados por la situación.