Se cumplen 14 años sin Barracchia, el imprescindible

Se cumple un nuevo 20 de enero, un nuevo aniversario del fallecimiento de alguien muy especial a nuestra sensibilidad; Jorge Alberto Barracchia, "el Gordo". Se cumplen 14 años de una pérdida irreparable. Porqués hay muchos y los vemos a diario, en cada esquina, en cada barrio nuevo, en cada calle con asfalto, en la Ampliación Urbana que ha sido asilo de cientos de familias, y esto (y mucho más) los vecinos no lo olvidan.

 "Yo soy un híbrido de la política", le dijo Barracchia una vez a quien escribe, algunos lo entendieron, otros no. Pero la marca "Barracchia" quedará para toda la vida de nuestro distrito, eso es indudable.

Todos los años tratamos de definir al personaje, al político, al hombre. Es difícil traspolar a alguien que puso sus días al servicio de la comunidad, a veces con mejor humor otras no tanto, pero que tenía como objetivo el bien común cosa que debería ser replicada por quienes toman las decisiones.

Quizás no alcanzan las palabras, pero hace 14 años la muerte lo encontró subiendo a su auto, en el estacionamiento del Palacio Municipal, el mediodía del 20 de enero de 2011, yendo seguramente a almorzar para luego retornar a la intendencia, donde pasaba la mayor parte del día.

Murió en funciones, no de vacaciones en la costa y fue un riesgo que decidió tomar, hasta cuando se realizaba diálisis en su despacho de Villegas 555 a altas horas de noche.

Actor fundamental de la obra política local, es un antes y un después para el distrito y supo dejar la vara altísima para sus sucesores no importe del signo partidario que sean, siempre serán comparados y puestos a prueba bajo su nombre. 

Directo, transgresor, utópico, visionario, y un montón de etc. resaltan a la hora de hablar del "gordo".