A 30 años de una obra emblemática que terminó con la frase “atrás de la vía”

Hace 30 años el paso a nivel de la calle Wilde y Villegas no existía. Una tranquera de campo, de madera rústica, dura y despintada, trabada con cadena y candado, cruzaba de manera lateral el predio para que nadie pudiera pasar. Al lado, un molinete de hierro desvencijado que chirreaba con los días de humedad y se quejaba ante cada nueva vuelta, era el paso para los peatones.

El molinete estaba en la esquina de Ugarte y Wilde, junto a la tranquera, y para llegar hasta Rivadavia y Villegas, es decir 30 ó 40 metros, había que sortear los rieles, las piedras, el pastizal, las lagunas y los límites de una renombrada frase que ubicaba a los “de atrás de la vía” que hacían ese periplo de manera diaria para conectarse con el otro sector de la ciudad.

No era el muro de Berlín, claro. Sería una metáfora muy osada y hasta desde el punto de vista ideológico inapropiada, pero sí era una barrera urbana que partía la ciudad al medio y que como se dijo; además de lo urbanístico y arquitectónico teñía las relaciones entre los vecinos de uno y otro lado. En el sector norte, es decir “atrás de la vía” el pavimento brillaba por su ausencia, las inversiones inmobiliarias se contaban con los dedos de la mano y no había un progreso armónico con el resto de la ciudad.

Era el Trenque Lauquen post inundación, una ciudad que quería ponerse de pie luego del paso devastador el agua. Estaba Jorge Barracchia como intendente, soplaban vientos de cambio y los muros comenzaban a caerse en la ciudad: así nació la obra que unió definitivamente a los trenquelauquenses y que terminó con “atrás de la vía”. A 30 años de una obra clave, fundacional para el tiempo que sobrevino e instaló a Trenque Lauquen en el lugar de privilegio nacional, como una de las ciudades más lindas de la Argentina.

LA HISTORIA DE LA OBRA

Pero como toda obra clave fue fruto de una gesta compartida, de gobernantes y vecinos.  La inauguración fue en 1990, pero antes que se habilitara el paso, hubo mucha pelea, mucha queja de vecinos, muchas notas enviadas al gobierno nacional de quien dependía el tren.

Todo nació con una necesidad. No se podía seguir con la ciudad partida al medio en el centro. Entonces los vecinos del sector norte hicieron una comisión, la llamaron “Pro obra del Paso a nivel” y fue reconocida por un decreto municipal. Según documentos del archivo del Museo Histórico, a la comisión la integraban René Picolí, Norma Elida Betanzos, Pedro Cortantese, Lorenzo Salvador Cejas, Raúl Omar Varela y Roberto Corredera

Hay datos y registros de pedidos, cartas y reuniones con autoridades municipales durante varios años, hasta que la luz asomó al final del túnel.

1988 fue el principio del final. Una resolución del Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Nación, fechada el 5 de agosto 1988 señala: “Considerando que se inicia en estas actuaciones motivadas en la solicitud de la Municipalidad de Trenque Lauquen de apertura de un paso a nivel que conecte las avenidas Wilde y Villegas, que las partes han arribado a un principio de acuerdo…El Ministerio resuelve autorizar la apertura de un paso a nivel en Trenque Lauquen”, el documento lleva la firma del por entonces ministro Rodolfo Terragno.

Ese mismo año, un decreto municipal, firmado por el flamante intendente Jorge Barracchia (había asumido el 10 de diciembre de 1987) reconoce la comisión de vecinos “visto la presentación efectuada por la comisión coordinadora Pro obra Paso a Nivel constituye un deber de este departamento ejecutivo reconocer aquellas entidades nacidas para canalizar las inquietudes de distintos sectores de la población”, lo que marca el grado de importancia que se le daba en aquello años a la participación ciudadana, y la Municipalidad lo ponía codo a codo a los vecinos, en igualdad de condiciones con un mismo objetivo.

El Concejo Deliberante de Trenque Lauquen, presidido en aquel momento por Jorge Lamelo, también en 1988 sanciona una Resolución “visto la resolución del Ministerio de obras y servicios públicos de la nación autorizando la realización de un paso a nivel y considerando que esta obra es un viejo anhelo que se origina en los habitantes del oeste y noroeste de la ciudad y que en el transcurso del tiempo ante la necesidad de integrar en forma definitiva la ciudad se ha convertido en causa común de toda la población el Concejo Deliberante reconoce la importancia y significado que tiene el paso a nivel para la comunidad y solicita al gerente del Ferrocarril Sarmiento señor Enrique Piñeyro la activación dentro de sus posibilidades de los trámites”.

1990 DESPUÉS DE MUCHOS AÑOS

Como se verá no había grieta posible. Todos los esfuerzos comunitarios se habían aunado por la concreción del paso a nivel. 1989 fue el año de las elecciones presidenciales, la hiperinflación y el traspaso anticipado de mando. El Ministerio cambió de autoridades pero el proyecto siguió, las fuentes consultadas, revelaron que en ese río revuelto de autoridades nacionales Barracchia sacó más provecho para Trenque Lauquen y se quedó con concesiones y bonificaciones de la obra que Terragno originalmente no había cedido. El ex mandatario siempre era un hueso duro de roer y todo lo que podía traer y conseguir para el distrito lo hacía.

La obra finalmente se concretó y se inauguró en 1990. La fecha elegida fue el 23 de abril y fue una fiesta comunitaria con pocos precedentes. Hay un video de Canal 12, en manos del archivo municipal que OESTE BA publicará en sus cuentas de redes sociales que así muestran. Ese año, los festejos por el aniversario de la ciudad, es decir del día 12 se postergaron a pedido de autoridades nacionales y se hizo una gran celebración: el aniversario 114 de Trenque Lauquen, los 100 años de la llegada del tren a la ciudad y la inauguración del paso a nivel. Hubo desfile, elección de fortinera y música a cargo de las bandas municipales.

Una vieja locomotora de principios de siglo llegó a la ciudad para los festejos, fue enviada por el Ferrocarril nacional. El diario La Opinón, del 23 de abril de 1990 escribió este crónica: “El paso a nivel que se inaugura hoy y que unirá Villegas con Wilde significa la esperanza de los vecinos pues permitirá a esta calle ser parte del centro, lo que no sólo valorizará a las propiedades sino que también aumentará la circulación. Una de las vecinas expresaba que ´la verdad yo nunca creí que lo iba a ver realizado hace 20 años que vengo escuchando que lo van a hacer pero venimos pidiendo y ahora no lo puedo creer estoy eufórica´ nos contaban también que por ejemplo un día de lluvia era imposible cruzar, lleno de charcos, de piedras, a pesar que transita por día una gran cantidad de gente. Si hay palabras con las que se puede tal vez globalizar el sentimiento y la expectativa de los vecinos y de esta calle, ellas serían esperanza y futuro”, señalaba la crónica y no se equivocó.

En el discurso central, el intendente Barracchia que asistió enfundado en su saco blanco, uno que logró inmortalizar porque lo acompañó en actos importantes y está en las fotos históricas, habló de la importancia de los 100 años del tren, agregó del crecimiento de la ciudad y dijo que en aquel entonces crecía la ciudad y crecía en un barrio que era el barrio Norte “y allá por 1896 los pobladores le escribían al intendente Benjamín Farrington diciéndole ´Señor intendente queremos que levanten las alambradas queremos que permitan pasar los carruajes queremos que el pueblo transite por las vías del ferrocarril hacia el sector donde se había iniciado la población´ tal vez puntualizó el jefe comunal a los argentinos nos costaba pensar todos juntos buscar ideas en común, buscar principios unificadores y costaron muchos años lograr que hoy el pueblo de Trenque Lauquen nunca más esté separado”, impecable oratoria que emociona leerlo 30 años después.

Enfatizó Barracchia a continuación “hoy no existe ningún barrio hoy somos todos uno…hoy ferrocarril y pueblo todo juntos para siempre por el progreso de Trenque Lauquen”.

La crónica del diario La Opinión sobre el día señala “la inauguración del paso a nivel unirá definitivamente los dos sectores de la ciudad a los que las vías imponían una frontera no deseada. Un anhelo concretado tras 94 años de espera”. En el corte de cintas estuvo Barracchia, el gerente del ferrocarril de apellido Luengo, el presidente del Concejo Deliberante, Miguel Oscar Sánchez y los diputados Ricardo Tojo y Abel Estévez.

Días después de inaugurado el paso a nivel, con fecha 10 de mayo de 1990 los vecinos de la comisión Pro Paso a Nivel le envían una carta al intendente “tiene suma grado en dirigirse a usted para expresarle mayor beneplácito con motivo de la habilitación de esta obra tan largamente anhelada por la comunidad al mismo tiempo desean hacerle saber que con motivo de la finalización de dicha obra considera culminada esta etapa motivo para el cual hacen entrega a usted de la suma de 239.000 Australes que resulta ser el remanente en poder de esta comisión y que fue recaudado a través de la venta del Bono contribución a la vez que le manifiesta su deseo de que este dinero se ha aplicado afrontar gastos de hermoseamiento del referido paso a nivel”.

30 AÑOS DESPUÉS QUÉ SIGNIFICÓ LA OBRA

Carlos Garbarino era el Secretario de Obras Públicas en aquellos años. Respondió el llamado de OESTE BA y recordó a 30 años, la obra. “Fue una obra trascendente hubo una campaña de reunir documentación y relevamientos, mucha gente trabajó, nos dio una mano muy grande el Ministro Terragno porque ese paso a nivel iba contra todas las normativas vigentes sobre pasos peatonales en playas de maniobra, también Roberto y Omar Pedretti de Barrio Alegre, ni hablar de Barracchia que se puso al hombro la mochila y se logró esto generando un gran dolor de cabeza a las autoridades del FFCC porque fue muy difícil conseguirlo”.

“La obra urbana también fue trascendente –añadió Garbarino- había 6 cuadras sin conexión franco libre, fue algo muy importante y permitió el crecimiento comercial de la ciudad, el acceso al club Barrio Alegre y una conexión fluida para el barrio parque, fue la obra de la década y fue la obra más grande por todas las barreras que hubo que derribar, comparable en términos de epopeya con la Ampliación Urbana, la obra fue para todos no sólo para el barrio noroeste”.

Juan Simón Pérez era el Secretario de Gobierno de la Municipalidad. Dijo que esa obra “significó una integración urbana, marcó el final de una época en la que se hablaba de atrás de las vías, que se vio coronada luego por la intervención en los terrenos del FFCC, la ciudad pasó a ser sólo una, gracias al empuje de la gente, la audacia y al haber vencido la burocracia gracias al Ministro Terragno”.

También Jorge Prieto que fue Secretario de Obras y de Planeamiento, y uno de los colaboradores del intendente Barracchia, aunque en 1990 era concejal, opinó consultado por OESTE BA: “La espera duró 94 años, hubo infinidad de intentos y actuaciones hubo mucho empuje de los vecinos finalmente Barracchia logró la firma de Terragno y se concretó la apertura del paso a  nivel que significó empezar a romper esto de que teníamos ciudadanos de primera y de segunda, toda la inversión privada que se hacía en el sector norte y noroeste tenía mucho menos valor que la que se hacía adelante y esto era una inequidad que no tenía mucho sentido. Significó una interacción socio espacial importante para la ciudad,  creo que fue una de las obras más importante para la comunidad o para una parte que se sentía de alguna manera relegada”.

MÁS OBRAS

En abril de 1990 se inauguró el paso a nivel, pero también toda la red de agua potable en el sector “de atrás de la vía” y en junio de ese mismo año se pavimentó toda la calle Wilde hasta el Club Barrio Alegre. Fue un año clave para este sector de la ciudad. Ahora sí no había diferencias, ahora sí la ciudad era sólo una.

Nota y fotos Oeste BA y archivo Museo Histórico